martes, 22 de mayo de 2007

Liberacionismo


Reseña
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La posición liberacionista cuestiona el estatuto de cosa, de objeto factible de explotación que hoy tienen los animales, de donde se deriva el 99% del sufrimiento y matanza de estos.

La postura liberacionista ilumina las raíces ocultas del gran genocidio, solo basta con sacar una patente de criador o licencia de cazador para que la vida de los animales no humanos quede en manos de quienes dispondrán legalmente de ellos, para comercializarlos vivos o muertos.

La violencia mayor queda así avalada en forma institucional, lo que se considera como crueldad cuando es producto del accionar de una persona cualquiera, pasa a ser sufrimiento necesario cuando es realizado por exigencias comerciales o científicas.


Esto no sería posible si otorgáramos a los no humanos sintientes un valor por sí mismos, en vez del actual valor instrumental al que el sistema jurídico responde, en concordancia con la realidad social.


Estrategia.

1) Consumo Responsable:


Lo primero que debe hacer quien quiere ayudar a los animales es dejar de formar parte del grupo opresor, es decir, dejar de participar en la explotación. Esto sólo es posible si dejamos de consumir productos provenientes de esa explotación.

Por cada persona que adopta una forma de Consumo Responsable se produce una reducción del grupo explotador. Si todos dejásemos de participar, la explotación desaparecería.

2) Concienciación social:


Para que cese la explotación es imprescindible mentalizar a la sociedad de que los animales no son una propiedad, ni un recurso, a pesar de que sean tratados como tales. Los animales tienen intereses, ya que poseen la capacidad de sufrir, disfrutar y reaccionar en función de estas capacidades. Sin embargo los intereses de los animales no humanos son pasados a llevar por el mero hecho de pertenecer a otra especie. Esta discriminación arbitraria en función de la especie recibe el nombre de especismo y tal injustificable actitud ha de ser una de las principales cosas a combatir mediante la concienciación.

A la hora de difundir este mensaje partimos del hecho de que la agresión institucionalizada de la que los animales son objeto es socialmente tolerada debido a los erróneos valores en que hemos sido educados.

Los animales no humanos, son seres capaces de sentir que nos igualan en la capacidad de sufrir. No deben ser tratados como mercancía a nuestra disposición. Es fundamental conocer que estas cuestiones son las verdaderamente relevantes a la hora de someter a juicio el uso de animales. Todo lo demás es secundario.




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